Me gusta que la gente sea curiosa y que pregunten. No me importa en absoluto ser preguntado porque las preguntas son una consecuencia del interés en la conversación. Un profesor de la universidad me dijo que si nadie te pregunta algo al final de una conferencia es que no lo has hecho muy bien. Lo que me resulta llamativo es que las preguntas suelen ser las mismas, salvo excepciones en que alguien te sorprende con una cuestión fresca. La repetición de las mismas preguntas me permite perfeccionar la respuesta poco a poco.
Hay varias dudas que son las mas recurrentes. La principal es acerca de viajar solo. Es curioso que mucha gente pregunta acerca del aspecto mental de viajar en solitario durante tanto tiempo, y automáticamente añaden la afirmación "yo no podría". ¡Claro que podrías, cojones! Pero no es este al asunto sobre el que quiero hablar hoy.
Hoy quiero escribir acerca de otra de las cuestiones habituales: "¿te cruzaste con muchas mujeres viajando solas?" La respuesta a esta pregunta es que me cruce con muchísimas menos que hombres, y varias de ellas no viajaban solas, así también la proporción de mujeres cicloturistas es en general mucho menor, no solo en cuanto a las viajeras solitarias.
Respecto a las que viajaban solas, la primera apareció en el camping de Cannon Beach y compartimos unos minutos de conversación. Era americana, llevaba poco equipaje, una bici ligera y devoraba las millas. No recuerdo la cantidad de millas que me dijo que se cepillaba cada día, pero recuerdo que me dejó con la boca abierta y creo que no mentía. La tía estaba fina, con ganas y con aspecto de no temer ningún reto. A la mañana siguiente diluviaba y yo me marché muy temprano, ella iba al norte y yo al sur, así que no la volví a ver.
La segunda ciclista se llamaba Claire. Nos encontramos en un descanso nada más dejar Langlois (conocida en el mundo entero). Su viaje estaba siendo bastante más ligero que el de la ciclista americana de Cannon Beach. Podría decirse que era un rollo mas hippy. El caso es que Claire era muy simpática pero no tenía la mas remota idea de por donde iba, simplemente pedaleaba para llegar a algún sitio distinto al que se encontraba. Un planteamiento magnífico, típico de las personas que no tienen a nadie esperando para recibir una explicación. No hablamos más que unos minutos. Después nos pusimos en marcha y nos distanciamos enseguida.
La chica americana y Claire fueron las únicas ciclistas solitarias que encontré en dos meses de pedaleo. Afortunadamente, como está ocurriendo en otros muchos campos, la aventura se va repartiendo cada vez más a partes iguales aunque aún se necesita más tiempo. Todavía hay mucho peligro para las bicicletas en las carreteras, pero en el caso de las mujeres existe otro riesgo asociado que todos conocemos. Por otro lado, está el riesgo de no vivir por culpa de los miedos que empuja a muchas a desafiar lo que no debería ser desafiado porque no debería existir.
Podéis bucear en la red y encontrar mujeres aventureras, que realizan viajes o hazañas más o menos destacables desde el punto de vista del reto, pero que sin duda han conseguido abandonar el sofá de casa y patear los prejuicios y los miedos. Aquí os dejo algunos enlaces que os recomiendo visitar.
Maria Garus - Solo Woman Cyclist
Maria es una chica polaca que se encuentra cruzando América desde Alaska hasta el sur. Comenzó acompañada de otras dos cilcistas que abandonaron el proyecto pronto, así que ahora se encuentra, como dice el nombre que ha elegido para sus redes sociales, viajando en modo solo. Su página web está en polaco, pero tiene una pestaña arriba a la derecha para traducir el texto a cualquier idioma.
Facebook: solowomancyclist
Instagram: @solowomancyclist
Web: https://solowomancyclist.com/
Liz Clark
Liz es una surfista y ambientalista que viaja en su barco, el Swell, desde 2006, de manera que el Swell se ha convertido en su hogar. Tiene una web muy completa, ha escrito un libro y sus redes sociales y web contienen muchas publicaciones motivando el cuidado del medio ambiente. Pero para los que me conocéis bien, sabéis que si aconsejo seguir a Liz es porque viaja con un gato, Tropicat. Con gato, la historia pasa a una dimensión excepcional.
Facebook: Liz Clark and The Voyage of Swell
Instagram:@captainlizclark
Web: https://swellvoyage.com
Fredika EK
Fredika es una ciclista sueca, galardonada como aventurera europea del año. Su primer viaje duró 1042 días y rodó más de 51000 kilómetros a través de 45 países. De esta aventura ha salido un libro con el que espera financiar su próximo viaje. Antes, Fredika tiene que lidiar con otro asunto más importante: hace un mes reconoció en las redes sociales sus problemas personales de ansiedad.
Facebook: thebikeramble
Instagram:@thebikeramble
Web: http://www.thebikeramble.com/